El sol huyó dejando la noche extendiéndose, si hay algo de vida es por la luna que luce. Bajar la luz, sentirse sólo en la tierra, mirar a las estrellas sin mover una pestaña. Acostarse en este cuarto bajo los techos, dejar que te encubre el jazz. Este jazz que sientes invadirte. Cuando lo oyes, se desvanecen las dudas, escuchar la melodía del piano, rezar para que regrese otra y otra vez esta sinfonía, que se cante, que se baile, que se vacile, sentir que el mundo entra en trance. Cuando toca el saxófono, se imagina al misterioso sosteniendo de sus manos la máquina haciendo el coro, sentir lo que te mueve. Suena hermoso, mágico, sabe que así es como se ama. Se vuelve una razón de vivir, y te vuelves feliz y es maravilloso, descubres como el jazz es la esencia misma de la libertad.
Fév16